Gestión de imagen personal
Las personas también deben ocuparse de su relación con el entorno de una manera profesional. Siempre que haya (o se pretenda) una relación con un público, el vínculo con el mismo debe llevarse de manera que podamos comprenderlo, al tiempo que podamos hacernos comprender por ellos. La función del relacionista público es exactamente esa, identificarlo y buscar cuál es la manera más eficiente de relacionarse.
Porque crear, mantener o mejorar las relaciones con el público puede darle un giro a tu negocio. Identificarlo es el punto de partida para generar una estrategia de conjunto que nos permita generar las tácticas necesarias para conseguir nuestro objetivo.
Inicialmente podríamos decir que toda organización necesita a alguien que gestione las relaciones públicas. De hecho, de alguna forma u otra, la imagen de la persona se está formando en la cabeza de su público. Lo ideal sería poder controlar o al menos tener un mínimo indicio de qué imagen estamos construyendo.
Esto no implica cambiar la esencia de nuestro trabajo, significa saber adaptarse a un contexto y llenarlo de nuestra esencia.